viernes, 14 de noviembre de 2008

MALDITO SABINA (o "Esta noche con tigo")

La primera canción de Sabina que escuché fue “Y nos dieron las Diez”, debo haber tenido unos siete años y la canción me gustaba al punto de sabérmela de memoria, me entretenía el video clip…supongo que a esa edad algo incontenible corría ya dentro de mi -las endemoniadas tenemos la facultad de presentir las pasiones y los fuegos temprano, aunque no los comprendamos- así que frases como “y a mi mano le correspondió debajo de su falda” me sonrojaban ‘sin querer queriendo’…creo que canté esa canción hace años, esa misma canción una y otra vez, esa única canción mil veces “Y nos dieron las Diez”, “Y nos dieron las Diez” repetidas hasta el mar…fue mucho, mucho después, después de quemar mucha yerba, después de varios litros, después de varias arrancadas de los pacos, después de varios carretes medios extraños que conocería el resto de Sabina y todo lo que tenía guardado para mi, en una borrachera con mi padre (para esos tiempos ya comprendía que era lo que corría dentro de mi y las pasiones y fuegos habían sido presentidas correctamente) y fue como reencontrarme…

- Como se llama el tipo que canta esa canción “y nos dieron las diez y las onnnceee”
- Joaquín Sabina, tengo un disco de él ¿lo escuchamos?
- Puta sí! Me encanta

Y bien, creo que desde ese día nunca más me separé de la música de este tipo, años después sus canciones me sirvieron para empapelar y arrojar lejos a algún hijo de puta que me quiso quitar el sueño y no lo consiguió.

“Se pasó la calle con aquel detalle de dejarnos solos” creo que con eso empezó más o menos todo, es decir que me sirvió también de excusa para la historia de amor más mágica y extraña que me ha tocado, me llenó de guitarreos y cantos las noches más bellas de mi vida…

Raro, por que cuando Don Cayetano partió lejos, Sabina partió lejos también, creo que lo deseche, junto con mil promesas muertas, cartas de amor marchitas, flores secas, besos con sabor a despedida y sentimientos moribundos…una de las principales víctimas del holocausto de su amor fue justamente la música.

Hace exactamente dos meses que no escuchaba nada, absolutamente nada del viejo de Úbeda, no por que así de la nada me haya cansado, no por que así de repente ahora me gusta Chayanne…chucha! No es que me haya hecho fanática de la FM2 y que ahora Ricardo Arjona sea mi ídolo, es simplemente que no soy ni tan idiota ni tan masoka como para escuchar “Noches de Boda” estando sola, con dos litros y medio de cerveza en el hígado, con medio porro que encontré por ahí, con su recuerdo metido hasta el contre y extrañándolo con el alma…deseché a Sabina de mi vida (así como casi toda mi música) durante este tiempo por que, aunque me considero bastante valiente y ya ni las mariposas nocturnas pueden con migo, no me sentía capaz de escuchar frases como “Yo no quiero un amor civilizado” sin pegarme un lagrimón y, literalmente, cagarme de onda.

Ahora, el viejo Sabina nuevamente hace su entrada, hoy me levanté con una canción y esa canción me ha acompañado todo el día “Esta noche con tigo”…Esta noche con tigo, esta noche y todas las otras con tigo de nuevo…estoy cagada hasta el cuello de puro miedo, me duele la guata, me sudan los muslos y me tiemblan las manos, por que no siempre he creído en las segundas partes, pero que más da carajo; si ahora ni las mariposas nocturnas pueden con migo; que mas da carajo si…”ESTA NOCHE CON TIGO”



Sierva María de Todos los Ángeles, la niña endemoniada

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